Cáncer y Naturismo

Naturismo Contra Cáncer

 

La medicina naturista siempre ha dado gran importancia a la capacidad autocurativa del propio cuerpo y a potenciar el sistema inmunológico y su equilibrio, por lo que se ha fijado en la acción inmunológica de las plantas y especialmente en su acción sobre el cáncer, en cuyo tratamiento la fitoterapia es parte básica.

Debe además posibilitarse que la persona esté informada para que libremente pueda elegir su tratamiento, también a base de plantas.

De esta manera podría sintetizarse la ponencia (Fitoterapia, inmunidad y cáncer) del Dr. Pablo Saz Peiró, director del Curso de Medicina Naturista de la Universidad de Zaragoza, en las octavas jornadas de Fitoterapia y Etnobotánica desarrolladas en mayo de 2004 en Madrid.

Presentada la dieta vegetariana como el mejor tratamiento preventivo del cáncer, se subrayan las propiedades de diversos alimentos-medicamentos con eficacia demostrada en su prevención, así como diversas plantas útiles para estimular el sistema inmunológico, entre ellas cúrcuma, equinácea purpúrea, y uña de gato.

Otras aportaciones establecen pautas sobre la dieta nutritiva y saludable que minimice el riesgo de contraer cáncer, suplementos y plantas que pueden constituir una ayuda; para concluir, una breve referencia al punto de vista ortomolecular.

Tras constatar la relevancia que diferentes bases de datos norteamericanas conceden a los estudios sobre la acción de las plantas en relación al cáncer así como la muy extensa bibliografía existente sobre fitoterapia y tratamiento del cáncer, el Dr. Pablo Saz Peiró considera que debe potenciarse la capacidad del organismo para que reaccione y pueda destruir sus propias células cancerosas:Si el organismo no tiene esa capacidad, prolifera el cáncer”.

Ha de fortalecerse la inmunidad celular, mediante células que destruyan las células con cáncer, y la inmunidad humoral, o anticuerpos, que asimismo puede estimularse con plantas.

Son plantas que estimulan directamente el sistema inmunológico, por sus principios activos, Essiac (ver), muérdago (Viscum album: “Con gran experiencia sobre ella en la medicina antroposófica”), uña de gato (Uncaria tomentosa) y equinácea (Echinacea purpurea), Trebol Rojo (ver FITOTERAPIA).

Por sus cualidades organolépticas (”Lo que se puede apreciar de una planta con los sentidos, análisis que fue muy importante durante siglos”) destacan ajo (Allium sativum) y cúrcuma (Curcuma longa):Plantas calientes, por el calor que desprenden al contacto con la lengua, con efecto vasodilatador y gran interés en cáncer, considerada enfermedad fría, además de sus acciones directas en arteriosclerosis, hipertensión arterial y colesterol alto”.

En las plantas hay principios activos como colchicina (Colchicum autumnale), genisteína y daidceína (Soja Glycine), podophilotoxina (Podophyllum peltatum: “Para tratar las verrugas sobre todo”), tetrahidrocannabiol (Cannabis sativa: “Medicamento para evitar o paliar los efectos secundarios de la quimioterapia”), vinblastina, vincristina, vindesina y vinorelbina (Catharanthus roseus: “Para el tratamiento de linfomas, enfermedad de Hodgkin y leucemias infantiles”), etc., que son, según Saz Peiró, de los tratamientos más eficaces a nivel de quimioterapia.

Los principios activos de las plantas es el aspecto más investigado por laboratorios que buscan patentes comerciales, que duran 8 años, y beneficios económicos en base al desarrollo de principios activos modificables, a la vez que se denigra la planta de donde salió ese principio activo:

“Pero es muy probable que la potencia curativa la tenga la planta entera, …, El potencial de la planta está en la combinación armónica de varios principios activos que se dan de forma natural en la planta”, en palabras del Dr. Saz.

El ácido betulínico de Betula alba (abedul), por ejemplo: “Inhibe las líneas celulares del melanoma humano, …, Pronto estará prohibido utilizar la planta de abedul porque existirá un medicamento patentado”.

Igualmente, beta-lapachona y lapachol de Pau d’arco, que es un tratamiento comprobado para determinados cánceres, con efectos secundarios por ser fuerte anticoagulante: “Se venderá como medicamento, con el mismo efecto, en la farmacia”.

O los glicóxidos del ácido quinóvico e isorincofilina de Uncaria tomentosa (uña de gato), que es de lo más efectivo como estimulante del sistema inmunológico.

Y lectina de Viscum album (muérdago), que inhibe el crecimiento tumoral y estimula el sistema inmunitario, y que resulta muy caro debido a la patente del principio activo durante 8 años.

O paclitaxel y docetaxel de Taxus baccata (tejo inglés): “Eficaz planta en cocimiento para inhibir los tumores, cuyos taxoides son tratamiento habitual del cáncer en quimioterapia”.

Sin desdeñar la parte mágica de las plantas o culturas de medicina mágica (”También utilizan el conocimiento de los principios activos y, sorprendentemente. La forma de relacionar la enfermedad y la planta ha servido muchas veces de base para la búsqueda de nuevos medicamentos o ha proporcionado nuevas perspectivas sobre la enfermedad y sobre el medio ecológico de la planta”)

Que están siendo investigadas y recogidas por diferentes multinacionales farmacéuticas.

Es también importante el papel de las plantas en la medicina de la evidencia:

“En cirugía, quimioterapia, …, hay muchas formas descartadas en la práctica por la medicina de la evidencia, que es la utilización de la medicina alternativa por los pacientes, mediante un repaso de los estudios existentes sobre una planta o un tratamiento determinado y su grado de eficacia. En la Universidad de Texas a la persona se le presenta lo que se conoce para que elija en base a esa información”.

 

Dieta Vegetariana y Cáncer

 

Para el Dr. Saz Peiró, el mejor tratamiento preventivo del cáncer, lo que ya es aceptado por cardiólogos y oncólogos, es la dieta vegetariana, en la que encontramos:

“Alimentos en los que se han investigado principios activos que actúan como alimentos medicamentos, muchos de ellos por la acción de sus principios como potentes antioxidantes, efecto que está relacionado directamente con la mejor capacidad inmunológica de los pacientes y con la supervivencia de los mismos”.

En consecuencia considera que, además de preventiva, la dieta vegetariana debe ser dieta básica en cualquier servicio de oncología.

Tras el muy elevado número de estudios realizados al respecto, se constata que las personas vegetarianas apenas padecen cáncer, lo que pone de manifiesto su relevancia como prevención primaria.

No menos importante resulta su papel como prevención secundaria, si ya se ha tenido cáncer, y como prevención terciaria cuando ya han sobrevenido fases de metástasis.

Sin olvidar además que:

“Las dietas hipocalóricas alargan la vida y mejoran el sistema inmunológico”.

 

Alimentos - Medicamentos

Acto seguido, Saz Peiró explica las propiedades de diversos alimentos-medicamentos, de los que afirma:

“Los compuestos de estos alimentos no han demostrado curar totalmente el cáncer, pero sí han demostrado gran eficacia en su prevención.

También han demostrado participar en muchos regímenes de la gente que ha curado su cáncer, y están catalogados dentro de la curación espontánea o natural del cáncer”.

- Ajo:

Preventivo en medicina china, el ajo inhibe el helycobacter pylori y previene el cáncer de estómago. Según Peiró, en 1952 científicos soviéticos tratan con éxito tumores en humanos y en 1987 se comprueba en Estados Unidos que tomar ajo crudo estimula en el sistema inmunológico la capacidad de las células asesinas que atacan a las células cancerosas.

Comparada en China la incidencia de cáncer entre consumidores y no consumidores de ajo por 100.000 habitantes, en los consumidores hay un 3,4% de cáncer de estómago y un 40% en quienes no toman ajo. Además: “Utilizando aliína sintética no hay ningún efecto sobre el tumor, lo que sí se consigue con el ajo crudo”.

- Albaricoque ( damascos):

“Probable agente anticanceroso, especialmente con cáncer de pulmón o con los asociados a contaminación o tabaco”, de la semilla del albaricoque se extrae laetriel o amigdalina ( B-17), sustancia tóxica pero ensayada con éxito en el tratamiento de algunos cánceres.

El albaricoque es rico en betacaroteno, que ayuda a reducir el cáncer de pulmón y mejorar el sistema inmunológico, y en licopeno, que es antioxidante.

- Algas marinas Kelp:

Para la tradición egipcia y china, expone Peiró, el kelp marrón cura el cáncer. En 1981 Jane Teas, de la Facultad de Salud Pública de Harward, desarrolla la teoría de que las mujeres japonesas tienen menos cáncer por tomar algas en su dieta, comprueba que en un tercio consumen algas laminarias y defiende que fucoidina es una de las sustancias responsables de la acción antitumoral.

Posteriormente, en 1985 y 1986 se estudian otras algas, wakame, kombu, por ejemplo, y se comprueba que protegen de los tumores por estimular el sistema inmunológico. Se toman en ensalada o en guisos con arroz.

- Arroz (integral):

“Al ser una semilla”, sostiene, “el arroz contiene niveles elevados de inhibidores de las proteínas, que inhiben la acción de los oncogenes”. En 1981 se patentan tres productos a base de arroz que detienen el cáncer intestinal en ratones.

- Batata:

Junto a la calabaza y la zanahoria, se considera a la batata preventiva del cáncer de pulmón. Acerca de los principios activos que podrían ser responsables de esta acción, Pablo Saz se refiere al betacaroteno, los inhibidores de las proteasas y los polifenoles, que junto con otros componentes se comportan como antioxidantes.

- Brócoli:

El brócoli contiene gran cantidad de sustancias que se consideran antídotos contra el cáncer, como indoles, glucosionalatos, betacarotenos, clorofila, monoterpenos.

- Cebada:

“Los inhibidores de las proteasas de la cebada atacan a los agentes causantes del cáncer intestinal”.

- Cebolla:

Se ha conseguido aislar el propil-sulfuro de la cebolla, que bloquea las enzimas que activan el cáncer. Recomienda ingerirla en ensalada.

- Col:

El Dr. Saz se refiere a la col como “El gran vegetal para prevenir el cáncer, rico en carotenos. Clorofila, indoles, glucosinolenos, aflatoxina, monoterpenos y sulforano impiden la acción de las células tumorales”.

Investigadores de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, han verificado en células humanas con cáncer de mama que unos compuestos del brécol denominados indoles se convierten en el estómago en dindolilmetana (DIM) que impide la división y reproducción de las células cancerosas y promueve su muerte.

Así como que una sustancia química que se produce al digerir verduras como brécol y col puede inhibir el crecimiento de las células del cáncer de próstata:

“Verduras como brécol, coles de Bruselas, col y coliflor son ricas en indol-3-carbinol, sustancia que el organismo convierte en DIM durante la digestión. En tumores de próstata, la inhibición androgénica es el mecanismo clave por el que actúa el DIM”.

- Higo:

Se conoce desde la más remota antigüedad la utilización del fruto de la higuera o Ficus carica contra el cáncer.

Se ha aislado una sustancia, benzoaldehído, y abundantes bioflavonoides que actúan como antioxidantes, y se ha comprobado la eficacia de los higos en animales y personas:

“La cura de higos ha sido tradicional en la medicina naturista, se comenzará por tomar un kilo por día repartido en tres comidas, aumentando paulatinamente hasta tres kilos al día, para luego disminuir hasta el final de la cura, de cinco a siete días”.

- Legumbres en grano:

Entre ellas alubias, frijoles, garbanzos y lentejas, que:

“Al ser ricos en inhibidores de las proteasas, pueden desactivar los oncogenes e impedir la formación de metástasis sobre todo con las saponinas”.

- Limón y lima:

La vitamina C como antioxidante y la pectina de la cáscara de limón y lima protegen o inhiben factores cancerígenos como las nitrosaminas:

“Se ha considerado que la pectina podría inhibir las metástasis del cáncer de próstata”.

- Lino:

Las semillas de lino contienen lignanos, antioxidantes y ácidos grasos omega 3, de acción anticancerosa sobre todo en tumores del aparato digestivo y cáncer de próstata.

- Lúpulo:

El lúpulo contiene xanthohumue, sustancia hormonal de acción anticancerosa”.

- Manzana:

El jugo fresco de manzana es muy rico en ácido cafeico o clorogénico, de gran eficacia para inhibir la formación de tumores en animales de laboratorio a los que se había inyectado potentes carcinogenéticos.

La piel de manzana puede inhibir el proceso tumoral: un equipo de investigadores de Nueva York que analizó el efecto sobre células de cáncer de colon concluye que las manzanas, especialmente en la piel, tienen elementos antioxidantes y anticancerígenos que inhiben la proliferación celular.

- Melón:

El interés del melón radica en su riqueza en betacarotenos.

- Nabo:

El nabo es muy rico en glucosinolatos como isotiocianatos, luteína y zeaxantina; y sus hojas verdes sobre todo crudas contienen betacaroteno y clorofila que pierden parte de sus propiedades al cocer. Pueden utilizarse mezcladas con otros jugos, por ejemplo de remolacha roja, rica en flavonoides, alantoína y colina.

- Nueces:

Las nueces son ricas en principios que inhiben las proteasas, y en polifenoles.

- Patata:

De acuerdo con Pablo Saz, la patata cruda es rica en inhibidores de proteasas y en ácido clorogénico, que protegen del cáncer, mientras que cuando las patatas se vuelven viejas el proceso se invierte y aparecen sustancias cancerígenas.

- Setas:

El shiitake, el enoki, la seta ostra, estimulan el sistema inmunológico y el interferon, e interfieren en el crecimiento de tumores”.

- Soja ( queso):

Por la genisteína, la soja incrementa los inhibidores de las proteasas.

- Sandía:

La sandía resulta interesante por su contenido en betacarotenos y licopeno.

- Té:

Los taninos del té verde inhiben las nitrosaminas, la catecina y teaflavinas.

- Tomate:

Tal y como el Dr. Saz Peiró transcribe, del análisis de 72 estudios que examinan la relación entre el cáncer y el consumo de tomate, Edward Giovannuci, de la Facultad de Medicina de Harward en Boston, concluye:

“El consumo de tomates crudos y productos que los contienen como salsas, zumos, sopas, etc., reduce sustancialmente el riesgo de numerosos cánceres, en especial el de próstata, pulmón y estómago., …

El tomate es rico en varias sustancias fitoquímicas con propiedades anticancerígenas, que conducen a la formación de carotenoides, como el licopeno, compuestos que protegen a las células de los efectos de la oxidación, …

Aunque el procesado del tomate no parece disminuir su efecto benéfico, muchos alimentos procesados que contienen tomate también incluyen grasas y azúcares no saludables”.

El metaanálisis también sugiere beneficios en los cánceres pancreático, colorrectal, esofágico, oral, de mama y cervical.

- Uva:

En 1927 A. M. Leihstein prescribe el tratamiento a base de uvas para el cáncer y en 1928 la paciente Johanna Brandt asegura en su libro La cura de uva que se ha curado de un cáncer de abdomen.

Saz Peiró afirma que polifenoles, ácido cafeico, flavonoides y resveratrol han demostrado su eficacia en animales:

“Después de desarrollar resistencia a la quimioterapia, las células tumorales continúan reproduciéndose, … Muchas células tumorales cultivadas evitan la muerte cuando se someten a agentes antitumorales de la uva, se reduce el crecimiento tumoral y los ratones son susceptibles a la quimioterapia y en algunos casos desaparece el tumor después del tratamiento.

Según Albert S. Baldwin, profesor de Biología de la Universidad de Carolina del Norte, las terapias que combinan fármacos y dieta se muestran prometedoras, ya que incluir resveratrol en la alimentación puede aportar grandes beneficios”.

Saz Peiró añade unas pautas sobre la cura de uvas, que cuenta con una gran tradición en medicina naturista, y que puede realizarse tanto con uvas como con zumos. Si es posible deben ser de cultivo biológico y bien maduras. Las uvas más dulces son las más energéticas, y las más ácidas las más depurativas.

La dosis para los adultos oscila entre 2 y 4 kg. diarios, tomadas en intervalos cada 2 horas. Los lactantes mayores de 6 meses a quienes se haya introducido ya la fruta también pueden realizar la cura de uvas junto con la lactancia materna, al principio deben tomar unas pocas cucharadas de zumo y luego aumentar progresivamente la dosis.

Los estreñidos deben tomar la uva con piel por su efecto laxante, pero si se tiene el estómago delicado no debe tomarse la piel. Las uvas deben masticarse muy despacio.

Sobre la duración: “El Dr. Ángel Bidaurrázaga dice que la cura de uvas no debe durar menos de 3 semanas”.

La cura de uvas conviene practicarla anualmente, tanto enfermos como sanos. Igual que en el ayuno, en la cura de uvas aparecen crisis que se manifiestan como dolor de cabeza, lengua blanca, mal sabor en la boca, debilidad, etc.

Hay quienes recomiendan 1 o 2 días de ayuno antes de comenzar la cura de uvas.

Una vez terminada la cura de uvas, se debe empezar a comer también otras frutas, disminuyendo paulatinamente las uvas y aumentando las restantes frutas, teniendo en cuenta que conviene tomar una sola clase de fruta en una comida, luego se puede comer hortalizas y cereales y por último legumbres pero sin olvidar las incompatibilidades alimenticias.

- Zanahoria:

“Los alfa y betacarotenos de la zanahoria reducen la posibilidad de padecer cáncer de pulmón. En ayunas detiene el cáncer hepático”, en palabras del Dr. Saz Peiró, que recomienda tomar un vaso de jugo fresco y de cultivo biológico al día.

 

Más Alimentos que Previenen o Combaten el Cáncer

Para prevenir o combatir el cáncer, es de mucha ayuda una dieta que incluya los alimentos protectores, y excluyan los perjudiciales. Te contamos cuales son cada una de ellos.

Existen alimentos que pueden ayudar tanto a prevenir como a retardar el progreso de un determinado tipo de cáncer, por lo que serían muy apropiados para consumir tanto por aquellos que buscan evitar los riesgos de tener esta enfermedad, como por quienes ya la tienen pero buscan combatirla con todas las armas posibles.

Por cierto, siempre será necesario que se consulte a un doctor o nutricionista, -quienes posiblemente podrían pedirles algunos análisis para evaluar si el consumo ampliado de estos alimentos no podrían provocarle algunos efectos colaterales-, antes de seguir cualquiera de las sugerencias que aquí o en otros artículos se enlistan.

 

Alimentos para Comer más a Menudo

 

1. Brócoli, repollo, o coliflor, que serían más beneficios aún si se los ingiere condimentados con un poquito de aceite de oliva o de canola, pues esto ayudará a su cuerpo a absorber los carotenoides que contienen (que son los compuestos protectores).

2. Salmón, caballa, sardinas, arenques, y otros peces que contengan el tipo de grasas llamada EPA, que pueda aumentar el colesterol “bueno” y, potencialmente, limitar el desarrollo de las células cancerígenas. Se debe consumir de uno a cinco porciones por semana, y comer también la piel y la grasa.

3. Frijoles, lentejas, y porotos de soja, que estimulan las enzimas que previenen el cáncer, y pueden ayudar a bajar los niveles perjudiciales de estrógenos.

4. Tomates, especialmente si están cocidos.

5. Calabaza, especialmente cocida, que posee un más alto nivel de beta caroteno que cualquier otro de los alimentos aquí enlistados.

6. Zanahorias levemente cocidas, que son mejores que las crudas pues así se pueden liberar mejor los carotenoides en el organismo.

7. Batatas

8. Verduras verdes de hoja

9. Zapallo

10. Pizza casera de bajo contenido graso

11. Ajo y cebollas, que estimulan las enzimas que suprimen el crecimiento de los tumores.

12. Brotes de brócoli (que contienen grandes cantidades de sulforafano, que combate el crecimiento de los tumores).

13. Aceite de oliva en lugar de otros aceites.

14. Hojas verdes de mostaza

15. Té verde, kombucha, Essiac.

16. Uvas rojas o negras,. Jugo de la uva, un vaso por día.

17. Pomelo, especialmente en su variante rosa, que tiene un 40 por ciento más de betacaroteno que el blanco.

18. Frutas secas o pasas, sin agregado de azúcar.

19. Yogur casero descremado, con agregado de leche deshidatrada. Dos vasos por día.

20. Miel como substituto del azúcar para las tortas, dulces, etc.

21 . Nueces, para el omega 3.

22. Arroz integral

23. Panes de trigo integral.

24. Harina de avena, trigo molido, cereales sin o con poca azúcar

25. Frutas frescas, especialmente los arándanos, que tienen un 40 por ciento más de antioxidantes que los que le siguen a continuación, las fresas.

 

Cinco Alimentos para Considerar Evitar

1. Aceites hidrogenados, como la margarina. O los alimentos que tienen aceites hidrogenados entre sus ingredientes, así como también cualquier tipo de comidas fritas.

2. Comidas con grasas animales, como por ejemplo la leche entera o cremas, queso, yogur entero, manteca, salsas. Este tipo de productos pueden contribuir al desarrollo del cáncer y pueden interferir en la absorción de los carotenoides.

3. Leche entera.

4. Carne con 96 por ciento de grasa.

5. Carnes rojas en general.

 

Documentación Utilizada:

- Fitoterapia, inmunidad y cáncer, (ponencia) Dr. Pablo Saz Peiró, Madrid, 2004.

- Fitoterapia. Vademécum de prescripción, Masson, Barcelona, 4ª ed., 2003.

- Gran enciclopedia de las plantas medicinales, Dr. Josep Lluis Berdonces i Serra, Tikal, Premiá de
Mar, Barcelona, 1999.

- Enciclopedia de la medicina ortomolecular. Nutricéuticos (suplementos nutricionales, vitaminas, minerales, oligoelementos, alimentos curativos) y Nutricéuticos 2 (hierbas y remedios botánicos), Dr. Arthur J. Roberts, Dra. Mary E. O’Brien y Genell Subak-Sharpe, Robinbook, Barcelona, 2003.

- Milagrosas hierbas curativas, Dr. John Heinerman, Prentice Hall, New Jersey, Estados Unidos, 1999.

- Cúrcuma. Curcuma longa, Dra. Ana Ramírez Boscá, Alicante, 2000.

- Monografía Equinácea, Astrid Van Ginkel, Fitomédica 9, Barcelona, 1997.

- La equinácea purpúrea, Luis Redondo Márquez, Revista de Fitoterapia, Valencia, 2000.

- Uña de gato. Estudios botánicos, químicos y farmacológicos de Uncaria tomentosa y Uncaria guianensis, Dra. Lida Esther Obregón Vilches, Instituto de Fitoterapia Americano, Lima, Perú, 3ª ed., 1995.

- Monografía Uña de gato, Alexis Rosell, Fitomédica 4, Barcelona, 1996.

- Uña de gato, Uncaria tomentosa, José Carlos Quintela y Olga Lock de Ugaz, Revista de Fitoterapia, Valencia, 2003.

- Compuestos naturales de última generación, Javier Moscardó M., Valencia, 1998.

- La curación del cáncer. Métodos naturales, Dr. Michael Murray, Dr. Tim Birdsall, Dr. Joseph E. Pizzorno y Dr. Paul Reilly, Robinbook, Barcelona, 2004.

 

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